El programa del 2% Cultural, al igual que ocurriera en anteriores convocatorias del mismo, buscar fomentar las actuaciones de conservación y/o enriquecimiento del Patrimonio Histórico Español mediante unas bases reguladoras expuestas en la Orden FOM/1932/2014 de 30 de septiembre.
Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, intervenido con el programa de ayudas (© Ministerio de Fomento)
Según la misma, podrán obtener la condición de benficiario de las ayudas del 2% Cultural las personas o entidades, públicas o privadas sin ánimo de lucro, que ostenten la titularidad de un inmueble que cumpla con los requisitos marcados, quedando excluidas de la misma los Ministerios de Fomento y Educación, Cultura y Deporte, así como los diferentes organismos asociados a ellos.
Uno de los requisitos principales planteados por la orden nos indica que los bienes sobre los que se vayan a realizar las actuaciones o proyectos deberán de estar declarados como Bienes de Interés Cultural (BIC), o en su defecto, deberán de gozar de un nivel de protección equivalente según la normativa de aplicación. Además, estos bienes deberán de ser de titularidad pública, estar incluidos en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO o tener una cesión para uso público por un periodo mínimo de 50 años.
Casco histórico de Cudillero, en Asturias, intervenido con el programa (© España es cultura)
La evaluación de solicitudes se llevará a cabo por una Comisión de Valoración, adscrita a la Dirección General de Arquitectura, Vivienda y Suelo. Por lo tanto, la creación y funcionamiento de la Comisión de Valoración serán atendidos con los medios personales, técnicos y presupuestarios asignados a los centros directivos citados en la Orden FOM/1932/2014.
Esta Comisión elaborará un informe con el resultado de la evaluación, que contendrá el listado priorizado de actuaciones que hayan cumplido los requisitos necesarios para acceder a estas ayudas y que, por tanto, podrían acceder a financiación, señalando expresamente que dicha evaluación se ha realizado con la información presentada y obrante en su poder. El equipo de técnicos elevará el informe a la Comisión Mixta compuesta por miembros de los Ministerios de Fomento y de Educación, Cultura y Deportes.
Castillo de Castrojeriz, en Burgos, intervenido por el programa (© El Norte de Castilla)
El programa co-financiará los proyectos elegidos por esta Comisión de Valoración, lo que preveé movilizar una inversión total de más de 110 millones de euros, permitiendo con ello la actuación en más de 100 obras repartidas a lo largo y ancho de todo el territorio nacional, generando con ello actividad económica y regenerando los entornos en los que se ubican los diferentes bienes inmuebles sobre los que se vayan a realizar las actuaciones.
Murallas de Ávila, monumento intervenido con el programa (© Traveler)
Se considerarán partidas no subvencionables medinte este programa aquellas que impliquen los siguientes puntos:
– Honorarios de redacción de proyecto y/o dirección de obras
– Obras, o parte de las mismas, de nueva planta
– Levantamientos planimétricos (excepto en excavaciones arqueológicas)
– Mobiliario (excepto aquellos anclados al pavimento)
– Grupos electrógenos y centros de transformaciónSoterramiento de líneas eléctricas
– Equipos y/o instalaciones especiales
– Elementos y servicios de publicidad y vigilancia de la obra
– Mobiliario, señalización y/o elementos para fines museísticosActuaciones en bienes muebles relativas a su restauraciónObras adjudicadas en ejecución con anterioridad a la presentación de la solicitud
– Actuaciones que sean exclusivamente de mantenimiento de inmuebles o de iluminación monumental
– Actuaciones exclusivamente de implantación o renovación de redes urbanas
Además, estas ayudas serán compatibles con las procedentes de cualesquiera administraciones o entes públicos o privados, siempre que el importe de las mismas sea de tal cuantía que, aisladamente o en concurrencia con otras, no supere el coste de la actuación.
Reales Atarazanas de Barcelona, monumento intervenido con el programa (© Traveler)
Gracias a todo lo indicado anteriormente, el programa se ha convertido en una herramienta esencial de colaboración y puesta en valor de nuestro patrimonio arquitectónico, priorizando la generación de actividad, creando empleo y regenerando los entornos urbanos y/o rurales.