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En el marco del componente 2 de dicho Real Decreto, destinado al impulso del sector de la rehabilitación energética en España para alcanzar la renovación de un total de 1.200.000 viviendas hasta 2030, se introducía la figura del Agente Rehabilitador con el objetivo de agrupar los distintos servicios asociados a la rehabilitación mediante una gestión más integrada.
A raíz del impulso público de dicha figura, múltiples y diversas empresas comenzaron a ofrecer el servicio de agente rehabilitador: desde empresas gestoras, administradores de fincas, constructoras, consultoras o incluso empresas comercializadoras de energía ajenas al sector de la construcción.
A la vista de este amplio número de perfiles que puede llevar a cabo las labores de Agente Rehabilitador, creemos importante remarcar la necesidad de que esta figura tenga una verdadera base técnica y experiencia contrastada en los sectores de la arquitectura, rehabilitación y eficiencia energética. Esto hace especialmente relevante que el acompañamiento técnico y a nivel de convocatorias de subvenciones quede centralizado en un mismo equipo con el conocimiento suficiente para poder desarrollar todas las labores que requiere la figura planteada.
Para llevar a cabo intervenciones satisfactorias y con garantía de calidad, deberá de tenerse en cuenta no sólo los aspectos relativos a la mejora de la eficiencia energética, sino también cuestiones como la imagen urbana, la salud o el impacto medioambiental, haciendo imprescindible el uso de una metodología clara de trabajo en la que Agente Rehabilitador y Comunidades de Propietarios vayan de la mano en la toma de decisiones de manera ordenada y plenamente informada.
Todo lo expuesto anteriormente hace que este proceso se pueda dividir en dos fases:
- Una primera fase de auditoría energética, definición de las actuaciones mediante un proyecto técnico, justificación energética y licitación de las obras de cara a la correcta solicitud de cualquier convocatoria de subvenciones a la rehabilitación;
- Una segunda fase, tras la adjudicación y concesión de la totalidad o un porcentaje de la ayuda, de ejecución de las obras, supervisión técnica y justificación final.
Para que todo este proceso sea satisfactorio en todas sus dimensiones -económica, energética, social, de calidad constructiva y de mejora de la imagen urbana- resulta imprescindible partir de un exhaustivo análisis del estado del edificio y de un correcto diseño de estrategias que optimicen las diferentes intervenciones, en comunicación con la comunidad de propietarios/as. Para ello, el Agente Rehabilitador, además de dominar los aspectos técnicos de la arquitectura y administrativos de la gestión de subvenciones, requerirá de cierta experiencia en lo social y en el ámbito de la comunicación de la información a los clientes, de cara a facilitar la comprensión y toma de decisiones de la Comunidad de Propietarios.
Si el trabajo cotidiano de comunicación e intercambio con las comunidades es la base de un buen Agente Rehabilitador, la segunda clave creemos que es la progresión de los pasos a seguir. Empezar estos procesos por una solicitud de presupuestos de obra a constructoras, como vemos de manera frecuente, generará una serie de impedimentos a la comunidad (comparación de presupuestos dispares, confusión sobre los agentes a intervenir, falta de optimización de las actuaciones, carencias en la calidad de un buen diseño y probablemente una deficiente justificación energética de las subvenciones).
Dicho esto, y en coherencia con la metodología definida por el CSCAE y la CEAV en la Guía Vecinal de Rehabilitación, creemos que los pasos a seguir serían los siguientes:
– Fase 1.
- Contratación de un equipo técnico especializado para realizar un detallado estudio del edificio, haciendo hincapié en la dimensión energética.
- Diseño de las estrategias y las diferentes escenarios de mejora y su alcance, conjuntamente entre el Agente Rehabilitador y la Comisión de Obras o de la Energía.
- Definición constructiva, urbanística y arquitectónica de las diferentes actuaciones, tanto en un proyecto técnico como en unas mediciones donde se describan todas las partidas a incorporar en la obra.
- Proceso de licitación y comparativa entre presupuestos de constructoras sobre el proyecto y mediciones anteriores. Selección, debidamente informada, de la oferta más ventajosa por parte de la comunidad.
- Solicitud de la correspondiente licencia o declaración responsable.
- Recopilación de la documentación administrativa y correcta justificación energética para la solicitud de las subvenciones a la rehabilitación (Plan Rehabilita 2023, Fondos Next Generation, etc.)
– Fase 2.
- Adjudicación parcial o total de la/s subvención/es.
- Ejecución de las obras con la debida supervisión y dirección de las obras, incluyendo la coordinación de la seguridad y salud en la obra.
- Certificación final de obra y adecuada justificación final de las subvenciones obtenidas.
- Redacción de un plan de mantenimiento para alargar la vida útil de lo ejecutado.
Este asesoramiento técnico continuado para resolver cualquier duda que pueda surgir durante todo el proceso, la calidad de lo ejecutado y el éxito en las subvenciones será el que haga del Agente Rehabilitador un servicio profesional cada vez más solicitado y reconocido.